Toyota, además de fabricar automóviles está decidido a diversificar el negocio, el mejor ejemplo es Kirobo, un pequeño robot de 10 centímetros capaz de mantener una conversación y mover sus extremidades.
En 2016, este pequeño asistente salió al mercado con un costo de 39.800 yenes, es decir, 350 euros. Además para su óptimo funcionamiento, quien lo adquiría se registraba en una aplicación para gestionarlo y actualizarlo, bajo la módica cantidad de 300 yuanes mensuales o 2.6 euros.
Kirobo cabe en el espacio de los autos para colocar una taza o un vaso y, de acuerdo con Toyota, es un “compañero de comunicaciones” y uno de sus objetivos es fungir como copiloto, aunque también tiene funciones domésticas instaladas, por ejemplo es capaz de avisar si las puertas están cerradas.
